15 agosto 2013

LA GEOMETRÍA DEL AIKIDO



O Sensei Morihei Ueshiba recurría en ocasiones a las imágenes del triángulo, el círculo y el cuadrado para ilustrar conceptos ligados a los movimientos y los momentos del Aikido.
Partiendo del punto y de la línea, que aún no tienen superficie, estas son las figuras básicas de la geometría que, cuando se les agrega volumen, se convierten en los cuerpos de pirámide, esfera y cubo.
Las imágenes de que nos habla el Maestro son el producto de su esfuerzo de síntesis por transmitirnos su pensamiento y exige de nosotros, al mismo tiempo, un empeño equivalente por develar su significado.
Este no es un propósito puramente enciclopédico o intelectual sino la vía para orientar nuestra práctica hacia el mejoramiento de nuestra técnica, lo que a su vez nos llevará a redescubrir desde allí, con nuestro propio sello, las enseñanzas del Aikido.
Así el triángulo simboliza el impulso, el inicio del movimiento, la proyección energética.
El círculo alude al movimiento, a la continuidad, al infinito.
El cuadrado representa lo estático, lo sólido, lo estable, lo material.
La postura triangular propia del Kamae (guardia), nos proporciona al mismo tiempo que estabilidad, la posibilidad de movernos en todas direcciones, ya sea hacia delante, hacia atrás, cambiando de frente rotando la cadera sin desplazar los pies (Tenkai) o desplazándolos hacia delante o hacia atrás (Tenkan). El tetraedro o pirámide nos presta claves para el movimiento en cuatro y ocho direcciones.
El círculo es la figura distintiva del Aikido, ya sea óvalos, hondas o espirales, el círculo está siempre presente y, cuanto más perfecta su ejecución, tanto mejor la técnica. El movimiento circular carece de aristas, de interrupciones. La energía corre libremente por una senda despejada.
Pero en ocasiones perseguimos el círculo y nos olvidamos de sus otros dos componentes fundamentales: el radio y el centro. Sin la presencia de estos dos elementos la circunferencia se deshace.
El radio es el camino de penetración para ocupar el centro. El radio es una recta hacia el centro y así debe ser la entrada (Irimi), directa, decidida. Y un centro firme en los desplazamientos del cuerpo (tai sabaki). El desequilibrio y la proyección surgen como consecuencia natural de este movimiento.
El cuadrado se forma en las retenciones y palancas, con su base bien apoyada en el piso, las líneas de fuerza de sus diagonales cortando al Uke y su peso bajando por sus aristas conforme la Ley de Gravedad.
Estas tres representaciones geométricas tienen muchas otras implicaciones: físicas, ideales y también esotéricas que exceden el ámbito de esta nota.